Cuando la gente optimista
tiene mucha fantasía
son los amos de la pista,
llenan todo de alegría.
Todos grandes optimistas,
tratan de sacar lo bueno
de todos y de unos mismos
aunque nos caiga un trueno.
Me gusta vivir la vida
disfrutando los momentos,
aunque nadie me lo pida,
ayuda a que estén contentos.
Mi amigo que es pesimista,
y con los problemas llora,
se vuelve corto de vista
de tanto que los explora.
Julia Fernández de 4º
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