Taller de literatura formado por niñas y niños del CEIP Las Gaunas de Logroño.
martes, 21 de diciembre de 2010
EL INVIERNO
Érase una vez una ciudad que se llamaba la ciudad feliz. En la ciudad era todo al revés, en verano era navidad y en invierno eran vacaciones.
Una buena noche a un niño llamado Ratoncinto se le cayó un diente, lo puso debajo de la almohada, y le dijo al ratoncito Pérez que todo volviera a ser como antes, y nadie se lo dijo a papá Noel, y nada fue a donde los Reyes Magos y por fin lo cambiaron todo. En verano vacaciones y en invierno navidad, y todo el pueblo estuvo feliz.
Ethan Baños de 4º
lunes, 20 de diciembre de 2010
FIN DE INVIERNO
Cantan, cantan
¿Dónde cantan los pájaros que cantan?
Llueve y llueve. Aún las casas
están sin ramas verdes. Cantan y cantan
los pájaros. ¿En dónde cantan los pájaros que cantan?
No tengo pájaros en jaula.
No hay niños que los vendan. Cantan.
El valle está muy lejos. Nada .
Nada. Yo no sé dónde cantan
los pájaros (y cantan, cantan)
los pájaros que cantan.
Juan Ramón Jiménez recogido por Millán Alonso de 4º
CREPÚSCULO DE INVIERNO
La muerte lenta de la tarde fría
llena la estancia de melancolía.
Los leños encendidos de reflejos
salpican muebles y tabiques viejos.
Un reloj soñoliento da la hora:
las cinco; y cada componenda llora.
Junto al hogar, un galgo; no se mueve;
sus costillas se acusan en relieve.
Alza de pronto la cabeza fina:
se ha movido el carmín de una cortina.
De paso la cortina blasonada
a un hidalgo de ascética mirada.
Se asienta en un sillón de tonos rojos.
El perro fija en él sus vítreos ojos.
¿Qué viejas cosas recordarle quiere?. . .
Se carboniza un leño. El día muere.
Enrique Díez Cañedo recogido por Millán Alonso de 4º
sábado, 18 de diciembre de 2010
EL ERIZO Y LA ERIZA
Iba un erizo
andando por el polo.
Iba muy triste
(no porque fuera erizo)
Iba triste porque estaba solo.
Aquí me moriré de frío,
sin una amiga, sin un amigo,
sin una comida, sin un abrigo,
aquí me moriré de frío.
Se me están helando las púas,
Se me están helando los pinchos.
Nieva y nieva,
y sin una bufanda
y sin una madriguera.
¿Cuándo vendrá la primavera?
me lanzo a lo desconocido,
sea lo que Dios quiera.
(El erizo una bola se hizo,
y rodó por la ladera).
Pasaron muchos días
y el erizo se despertó,
se desenroscó,
abrió un ojo,
sacudió el hocico,
comió unas florecitas
y ya no tenía frío.
Era una soleada mañana
la nieve quedó arriba
en los picos de la montaña.
En esto vio a otro erizo
igual que él.
¡Cielos! ¡un hermano! ¡qué
alegría!
¡No soy erizo, soy eriza!
La eriza y el erizo
por fin se casaron.
Y se dieron un abrazo
Con mucho cuidado.
Gloria Fuertes
Poema elegido por Julia Fernández y Jorge Ruiz de 4º
jueves, 16 de diciembre de 2010
EL INVIERNO
En invierno,
la ciudad
blanca estará,
en invierno
frío tendrás.
En invierno
un deporte
harás
¡cuál será!
Patinaje o esquí,
tú elegirás,
ay que no se
me olvide, te
lo pasará genial.
Lucía Adán de 4º
EL INVIERNO
El invierno
ha llegado,
todo cambia
de color,
hay una alfombra
en la calle toda,
toda de algodón,
todo está lleno
de nieve
y el gorro me
pongo yo.
Gloria Fuertes (poema elegido por Lucía Adán.
EL INVIERNO
Había una vez una niña que quería el invierno, pero estaba en la estación de otoño y faltaba un mes para el invierno, y estaba la niña triste.
Al día siguiente era 29 de Noviembre y se encontró la nieve, y ella empezó a hacer muñecos de nieve y también hizo un anillo de nieve y nunca más estuvo triste.
Fátima Ait Alí Nabili de 2º
LA MAGIA DE LA NAVIDAD
Milú era un perrito alegre, un día decidió partir a Belén para ver a Jesús. Caminando encontró el establo donde estaba María llorando, y Milú la preguntó: ¿Qué te pasa?. María sollozando respondió : ¡Snif, snif, es que San, San, San José, snif, y mi hijo Jesús se han ido a dar un paseo y, snif, todavía no han vuelto, snif, y ya hace varias horas.
Entonces Milú respondió: ¡Vamos a buscarlos o la navidad será horrible y todo el mundo estará triste!
Los buscaron por todo Belén por las montañas, por los bosques, por los prados y preguntaron a todos si les habían visto, pero nada.
De repente a Milú se le ocurrió una idea y dijo: ¡Ah, como los Reyes Magos fueron guiados a Jesús por una estrella fugaz, también tendría que estar la estrella que nos guíe hasta Jesús.
Milú y María miraron al cielo y vieron la estrella y se dirigieron hacia ella.
Encontraron a Jesús y José cogiendo comida y leña.
María corrió a abrazar a San José y a Jesús y les dijo: ¿Dónde estabais?. Y San José contestó : Estábamos recogiendo leña para estar calentitos y comida para no tener hambre y hemos tardado tanto porque ha sido un largo viaje.
Entonces María dijo : ¡Bueno! Ahora que os hemos encontrado nos iremos a casa. Por cierto Milú sería un honor que vivieras en el establo con nosotros, y además vamos a cantar villancicos. Milú contestó ¡vale!, y entonces San José habló con el ángel de los polvos mágicos para que le diera poderes mágicos a Milú, . . . y además resulta que el narrador de esta historias soy yo, es decir Milú.
Raúl Barrio Dos Anjos de 4º
martes, 14 de diciembre de 2010
MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR
En estas navidades a punto de llegar,
con ilusión deseo que las pasemos en paz,
son fechas bonitas para cantar y disfrutar,
y solo una vez al año, ¡dejar lo malo atrás!
En las vísperas de la navidad,
suelo poner un árbol y un belén,
viviendo todos con felicidad
en una ciudad llamada Jerusalén.
Nosotros confiamos en los regalos
que quizás no nos llegarán,
pero si seguimos soñando
con Melchor, Baltasar y Gaspar.
Julia Fernández de 4º
LA NAVIDAD
Ya pronto llega la
Navidad, iré a la
nieve, muñecos haré
y bolas tiraré.
Cantaremos villancicos
y comeremos turrón
mucho a mogollón.
Ya he escrito
la carta a los Reyes, he puesto
el árbol, también tengo
que poner el belén.
Ya son las 12, qué vieja
es la noche,
que nueva es la mañana.
Año Nuevo es, el
ciempiés ya se ha
ido y otro nuevo
ha nacido.
Inés Ruiz Alejos de 2º
El gato y el ratón
RECUERDOS
¿QUÉ HARÁS EN INVIERNO?
Veo nieve en las montañas,
eso es que llega :
¡El invierno!
Blanco como un cuaderno,
duro como el infierno,
frío como el congelador,
con helado dentro.
Una temporada que sin trineo
no haces nada,
durante todo el invierno.
También puedes esquiar,
irás tan rápido por la nieve
que ganarás a una liebre
Clara Lobato de 4º
EL INVIERNO
Arrecia el invierno, gris y gélido, tras la
suave melancolía de la nieve cayendo,
en la noche muy larga, festoneada de
estrellas y sueños de risas, mientras
la mirada se nos enciende y los labios
deletrean las ilusiones que casi tocamos,
mientras el vaho se condensa y algunas
gotas de agua parecen llorar, como nosotros,
cuando recorre un escalofrío, tras los cristales,
cuando pensamos que todo es posible y que,
mañana, volverá a amanecer, de nuevo,
inmaculado el horizonte que ya nos promete
otro tiempo, otra primavera, tras la murria
que invade nuestra pena estremecida,
mientras el invierno acecha y agiganta
su sombra aterida, su penacho de hielo,
su talud de esperanza en el futuro,
ahora que nos vemos mirando. . .
tras los cristales. . .
ahora que nos da un poco de miedo
el invierno enrabietado.
Antonio García
lunes, 13 de diciembre de 2010
El Club Don Leo
¿POR QUÉ EL ABETO ES EL ÁRBOL DE NAVIDAD?
Hace cientos de años cuando nació el niño Jesús toda la gente quería llevar regalos simples como una manta, comida. . .
Por el camino hacia el portal de Belén había tres árboles : una palmera, un olivo y un abeto. Los tres árboles al ver a la gente traerle regalos pensaron que también podían regalarle algo. La palmera le quería regalar sus palmas más grandes, el olivo quería regalarle el aceite de sus aceitunas para que el Niño Jesús ungiera sus pies con él, pero el abeto no podía regalarle nada. Un ángel que escuchaba a los árboles se dijo a sí mismo : ¿Qué puedo hacer?. De repente se le ocurrió una idea. Le dijo a las estrellas que se pusieran en el abeto. Al niño Jesús le brillaban los ojos al verlo. Desde ese momento los abetos son los árboles de navidad.
Miguel Lanchares de 4º
EL TIO FALSO DE MÉXICO
jueves, 9 de diciembre de 2010
La magia de la navidad
El día de Navidad, Alba se preparaba para dar su carta a los Reyes Magos en el Berceo. Allí el Belén ya estaba puesto con unas figuras muy bonitas.
Llegó muy tarde y los Reyes ya no estaban. Alba se puso a buscarlos, pero solo vio unos de cartón.
El centro comercial cerró y la pobre Alba se quedó sola dentro.
Llegó la noche y se metió en una tienda de colchones y se quedó dormida.
Alba se despertó con un llanto de bebé. El ruido le llevó hasta el belén. Al llegar allí las figuras habían cobrado vida:
El niño Jesús lloraba sin parar, los Reyes magos entregaban regalos, la lavandera en el río lavaba sin descansar, el pastor cuidaba del ganado, el cagón cagaba. . .
Ella pensó que era un sueño, pero no, era totalmente cierto.
Cuando el ángel avisó que una niña les había visto moverse, se quedaron inmóviles, pero ya era demasiado tarde y Alba les dijo.
Os he visto, no disimuléis, pero. . . ¿sois de verdad o estoy soñando?
Está bien, somos de verdad, pero no se lo tienes que contar a nadie, dijo el ángel.
La magia de la navidad sin nosotros no existiría, porque nosotros ayudamos a que todo el mundo esté contento, . . . excepto el niño que tiene miedo a la oscuridad, le explicó la virgen María.
Alba encendió unas velas de sy bolso y el niño paró de llorar y se durmió.
Al día siguiente su madre le fue a buscar y le dijo:
Qué ilusión me da verte de nuevo. ¿Qué has hecho todo este tiempo?
Pues nada, dormir, dijo Alba riéndose.
Se dio la vuelta y la virgen le guió el ojo.
Colorín colorado y la magia de la navidad ha llegado
Julia Fernández de 4º
viernes, 3 de diciembre de 2010
Felicitación de Navidad 2010
Cuando la noche se alarga
y los luceros brillan hasta el alba.
Cuando tiritan las miradas
en los cristales empañados,
y sobrevuelan los sueños
entre la niebla aterida.
Cuando hoy como antaño
regresa la magia a los hogares,
y ensayan los más pequeños
la aventura de ser más buenos.
Cuando se enciende la luna
sobre las duermevelas infantiles.
Cuando se estremece la nostalgia
sobre el candor que renace ,
año tras año,
con la fuerza de una estrella
cruzando el cielo, fugaz
y errante,
tras la alegría incontenible
de abrazar la felicidad,
siquiera, un instante,
en Navidad.
FELIZ NAVIDAD
FELIZ AÑO 2.011
jueves, 2 de diciembre de 2010
la navidad
Érase una vez un país llamado Oriente.
En él habitaban tres niños que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.
Pero tenían un gran secreto.
¡Eran magos!
No se lo querían contar a nadie porque tenían miedo de lo que podía pasar.
Ellos utilizaban su magia para hacer cosas buenas como dar juguetes y comida a las familias que eran pobres.
Había mucha pobreza en Oriente, porque la gente era muy egoísta y querían todo lo bueno para ellos y les daban igual los demás. Pero gracias a estos tres niños muchas familias dejaban de ser infelices.
Pero ellos solos no podían hacer felices a tantas familias, eran demasiadas.
Un día al negrito Baltasar se le ocurrió una idea:
Con nuestra magia podríamos cambiarlo todo.
¿Cómo? Dijeron los otros dos.
Los ricos serán pobres y los pobres ricos. Así sabrán los ricos lo mal que se pasa al ser pobre.
Los niños hicieron el hechizo.
Pasó una semana y los que eran antes ricos se sintieron horribles porque ahora sabían lo que era ser pobres.
Los tres niños magos deshicieron el hechizo y todos fueron iguales; era un país estupendo y los tres niños, Melchor, Gaspar y Baltasar se sentían orgullosos de lo que habían hecho.
Ahora que Oriente era un país mejor decidieron contar que eran magos y que ellos habían hecho lo del cambio de situaciones.
Reaccionaron genial los habitantes de Oriente. Una niña dijo: ¡Sois como unos reyes magos! Ya nos habéis hecho felices a nosotros, hacerles felices a otra gente.
A los reyes magos les pareció una muy buena idea.
Y desde entonces los Reyes Magos cada 6 de enero recorren con sus camellos todo el mundo dando regalos a los niños buenos.
Silvia Iñarrea de 4º
La magia de la Navidad.
Érase una vez un niño que siempre quería todo.
Era mimoso, perezoso, vago y egoísta.
En la carta pidió muchas cosas como por ejemplo: coches, juegos, películas. . .
Su hermana era todo lo contrario.
Pidió dos o tres cosas.
Al día siguiente el niño vio que a su hermana le habían traído muchos regalos y a él solo carbón.
El niño se enfadó.
Cuando se levantó su hermana le explicó que para que le trajeran regalos se tenía que portar bien.
A partir de allí el niño se portó bien.
Pratul Negredo de 4º
miércoles, 1 de diciembre de 2010
La magia de la Navidad
El día de Navidad estábamos cenando en familia, cuando oímos un ruido que venía de la chimenea.
Me acerqué a ver qué era ese ruido.
No vi nada y me fui otra vez a comer con la familia.
Cuando me estaba yendo hacia la cocina, vi que se caía un saco de la chimenea. Volví a mirar y me encontré con un señor rechonchete, con un traje rojo, barba blanca y botas negras. ¿quién podría ser?.
Le dije a toda mi familia que viniera al salón, todos vieron a Papá Noel, pero él les dijo que no se lo contasen a nadie porque si no, no le dejarían en paz. Y no se lo contamos a nadie.
Nos dejó los regalos y se fue con sus renos a repartir más regalos. Esas fueron las mejores navidades de mi vida.
Pablo Muñoz de 4º
LA NAVIDAD
Érase una vez un país llamado Oriente.
En él habitaban tres niños que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.
Pero tenían un gran secreto.
¡Eran magos!
No se lo querían contar a nadie porque tenían miedo de lo que podía pasar.
Ellos utilizaban su magia para hacer cosas buenas como dar juguetes y comida a las familias que eran pobres.
Había mucha pobreza en Oriente, porque la gente era muy egoísta y querían todo lo bueno para ellos y les daban igual los demás. Pero gracias a estos tres niños muchas familias dejaban de ser infelices.
Pero ellos solos no podían hacer felices a tantas familias, eran demasiadas.
Un día al negrito Baltasar se le ocurrió una idea:
Con nuestra magia podríamos cambiarlo todo.
¿Cómo? Dijeron los otros dos.
Los ricos serán pobres y los pobres ricos. Así sabrán los ricos lo mal que se pasa al ser pobre.
Los niños hicieron el hechizo.
Pasó una semana y los que eran antes ricos se sintieron horribles porque ahora sabían lo que era ser pobres.
Los tres niños magos deshicieron el hechizo y todos fueron iguales; era un país estupendo y los tres niños, Melchor, Gaspar y Baltasar se sentían orgullosos de lo que habían hecho.
Ahora que Oriente era un país mejor decidieron contar que eran magos y que ellos habían hecho lo del cambio de situaciones.
Reaccionaron genial los habitantes de Oriente. Una niña dijo: ¡Sois como unos reyes magos! Ya nos habéis hecho felices a nosotros, hacerles felices a otra gente.
A los reyes magos les pareció una muy buena idea.
Y desde entonces los Reyes Magos cada 6 de enero recorren con sus camellos todo el mundo dando regalos a los niños buenos.
Silvia Iñarrea de 4º
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