jueves, 2 de diciembre de 2010

la navidad



Érase una vez un país llamado Oriente.
En él habitaban tres niños que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.
Pero tenían un gran secreto.
¡Eran magos!
No se lo querían contar a nadie porque tenían miedo de lo que podía pasar.
Ellos utilizaban su magia para hacer cosas buenas como dar juguetes y comida a las familias que eran pobres.
Había mucha pobreza en Oriente, porque la gente era muy egoísta y querían todo lo bueno para ellos y les daban igual los demás. Pero gracias a estos tres niños muchas familias dejaban de ser infelices.
Pero ellos solos no podían hacer felices a tantas familias, eran demasiadas.
Un día al negrito Baltasar se le ocurrió una idea:
Con nuestra magia podríamos cambiarlo todo.
¿Cómo? Dijeron los otros dos.
Los ricos serán pobres y los pobres ricos. Así sabrán los ricos lo mal que se pasa al ser pobre.
Los niños hicieron el hechizo.
Pasó una semana y los que eran antes ricos se sintieron horribles porque ahora sabían lo que era ser pobres.
Los tres niños magos deshicieron el hechizo y todos fueron iguales; era un país estupendo y los tres niños, Melchor, Gaspar y Baltasar se sentían orgullosos de lo que habían hecho.
Ahora que Oriente era un país mejor decidieron contar que eran magos y que ellos habían hecho lo del cambio de situaciones.
Reaccionaron genial los habitantes de Oriente. Una niña dijo: ¡Sois como unos reyes magos! Ya nos habéis hecho felices a nosotros, hacerles felices a otra gente.
A los reyes magos les pareció una muy buena idea.
Y desde entonces los Reyes Magos cada 6 de enero recorren con sus camellos todo el mundo dando regalos a los niños buenos.

Silvia Iñarrea de 4º

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